Quiero elevar una queja
hacia usted, titiritero
me ha puesto en una maleta del mejor fieltro
contemplo a ojos dejados al resto del teatro, anudado en bolsas terrosas
me rodeó de las mejores telas, marionetas de alta educación
cabalgando en caballitos de ébano, frente a rollos de praderas de un verde rutilante
pero usted ha olvidado, maestro mío
lo mayormente agraciado
lo netamente crítico
lo intrínsecamente avivado
bajo mi perfecta seda corporal
bajo mi azul aterciopelado
una tórtola pica mi cartón arrugado
anidando un corazón