Quiero arrullarte en un ramaje blanco
de brazos serpenteantes, anudados
y ofrecer mi hombro, engrosado con tu tacto
al oro emulsionando soles en elipsis
dormirse y despertar en puntos diferidos
es tan trivial como mágico
Quiero arrullarte en un ramaje blanco
de brazos serpenteantes, anudados
y ofrecer mi hombro, engrosado con tu tacto
al oro emulsionando soles en elipsis
dormirse y despertar en puntos diferidos
es tan trivial como mágico
Me olvido en la ausencia del sabio imaginario
que duda del sol embutido al final de su ventana
Despierto despedido en la lágrima inerte
del suicida en caída libre
y libre floto, navegando quieto
en el aire roto de un adiós no correspondido
Estridencia armónica en los acordeones grises,
de vestir grueso y mirada abatida
la inercia me tira la espalda
y el frío pertelante, embobado en la ventana
diluye Providencia
en la noche atronadora
de la riada de Junio
Talante
voz de tela seca
la usamos menos, la usamos poco
pero no puedo encontrar otra
tu pisada segura, me hace dócil
cada constancia mal mirada
cada momento no dicho
yo de pie, tú a lo lejos
y el talante tuyo
tu talante
vibrando mis pies temerosos
y mi sonrisa que no puede no salir
a buscarte
Hago patria en mi techo desvencijado
suspendido y cierto
terroso y terrenal
y me pregunto, aferrado al tiempo
si ustedes tienen la razón en sus ojos idos
flotando en sus cubos blancos
a un ocaso predeterminado