Me olvido en la ausencia del sabio imaginario
que duda del sol embutido al final de su ventana
Despierto despedido en la lágrima inerte
del suicida en caída libre
y libre floto, navegando quieto
en el aire roto de un adiós no correspondido
Me olvido en la ausencia del sabio imaginario
que duda del sol embutido al final de su ventana
Despierto despedido en la lágrima inerte
del suicida en caída libre
y libre floto, navegando quieto
en el aire roto de un adiós no correspondido
Estridencia armónica en los acordeones grises,
de vestir grueso y mirada abatida
la inercia me tira la espalda
y el frío pertelante, embobado en la ventana
diluye Providencia
en la noche atronadora
de la riada de Junio